Mi prometida

Mi prometida



Mi prometida, así como esa tierra judía
estaba escrito le encontraría algún día.
Sin omitir riesgos, sin saltarme errores
sin eludir condenas, tiempos desoladores.


Es tierra fértil al son de mis caricias
la media naranja jugosa y más exquisita
es la calma, el temporal de mis pasiones
la morada final, mi destino como hombre.


Es un torbellino de dudas y dulce brisa,
un huracán de ideas y proyectos de vida,
la paz y la sensualidad en divino orden;
yo un elegido tras peregrinar sin norte.


Mi prometida, así como esa tierra judía
me fue reservada, aunque yo no lo sabía.
Por ello la cuido como regalo de Dioses,
por eso la amo sea de día, sea de noche.






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